La última semana ha estado marcada por las siguientes noticias en el mundo del agua, los poceros, el alcantarillado y el saneamiento de aguas residuales:
1) Las aguas residuales, responsables de la invasión de los microplásticos. Los microplásticos no sólo están contaminando los océanos y a los peces que habitan en ellos, sino que también están presentes en el agua dulce que bebemos y en el suelo que pisamos. Así lo atestiguan varios estudios citados en este artículo, donde también se destaca que las aguas residuales son las principales causantes de esta invasión de los microplásticos que se desprenden de la ropa acrílica, de nylon, poliéster o spandex cuando la lavamos.
Al parecer, entre el 80% y el 90% de esa gran cantidad de partículas de plástico que transporta las aguas residuales termina en los lodos que luego utilizamos como fertilizantes de la tierra, lo que a su vez contamina los cultivos e incluso algunas especies de animales como las lombrices. La situación no sólo es preocupante por el hecho de que estemos introduciendo plástico en nuestro organismo a través de los alimentos, sino porque al parecer estas partículas pueden ser portadoras de organismos causantes de enfermedades. Así que, o reducimos el número de plástico en nuestras vidas, o aumentamos los controles que eviten su expansión por tierra, mar y aire…
2) Hacienda prevé aumentar las inversiones en saneamiento. Hacienda nos ha dado hoy el susto con el inicio de la campaña de la Declaración de la Renta, pero ayer nos trajo buenas noticias, al menos, a los que nos dedicamos al sector del agua. Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado presentado por el ministro Montoro (pendiente aún de aprobación), la inversión en esta industria alcanzará los 1.810 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 5% respecto al año pasado.
Los proyectos estrella para este ejercicio estarán relacionados con los planes nacionales de Calidad, Reutilización y Saneamiento y Depuración de las Aguas. En este sentido, los presupuestos contemplan mejoras en los sistemas de depuración y están orientados a mejorar la calidad de las masas de agua y de los ecosistemas asociados, así como a apostar por el mantenimiento, la conservación, protección y la eficiencia en la gestión de las infraestructuras hídricas, en la que se incluyen las redes de alcantarillado.
3) Atascos en Cádiz por la acumulación de toallitas: Hace algunas semanas que no os hablamos de las toallitas húmedas, ese terrible enemigo de los sistemas de saneamiento de aguas residuales. Pero que no hablemos todos los días de ellas no significa que ya no existan, como acaba de recordarnos la ciudad de Cádiz.
Según datos de su empresa municipal de aguas, unos 214.000 kilos de toallitas se tiran cada año por los retretes de la capital gaditana, lo que supone casi la mitad de los 535.000 kilos de residuos que terminan en su red de alcantarillado. Y eso tiene un importante coste de tiempo y dinero, ya que Cádiz tuvo que limpiar hasta 24.700 metros de canalizaciones el año pasado para acabar con los atrancos provocados por la acumulación de toallitas húmedas.
Los atascos y las inundaciones, tal como advierten desde el ayuntamiento gaditano, no van a terminar en tanto que no dejemos de usar los inodoros como si fueran papeleras. Es una tarea que debemos hacer entre todos… Y hacerla ya.
4) Detienen a unos ladrones que usaban las alcantarillas para robar: En ocasiones anteriores ya os hemos hablado de que existen unidades de la Policía especializadas en trabajar en las alcantarillas. La razón es sencilla: en el subsuelo de las ciudades españolas también operan peligrosos grupos de delincuentes experimentados en el uso de las redes de saneamiento de aguas residuales para perpetrar sus delitos.
Un buen ejemplo de ello lo hemos conocido esta última semana, cuando una banda de atracadores ha sido detenida en Madrid, Fuenlabrada y Humanes tras cometer numerosos robos sirviéndose de las redes de alcantarillado. Al parecer, el grupo estaba dirigido por un hombre de 76 años que había trabajado durante toda su vida como pocero, lo que le había permitido tener un gran conocimiento de las alcantarillas.
Sin ir más lejos, la Policía acusa a esta banda de haber robado el año pasado más de 50.000 euros en un banco del barrio de Salamanca, en la capital madrileña. En aquella ocasión, los ladrones se sirvieron del sistema de alcantarillado para llegar hasta la sucursal (a la que accedieron tras realizar un butrón en el suelo del edificio) y también para escapar de allí una vez que hubieron perpetrado el delito.
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